DISCIPULOS MISIONEROS


TRES TALLERES MISIÓN CONTINENTAL

ARQUIDIÓCESIS DE BUCARAMANGA

En Proceso Diocesano de Nueva Evangelización y Renovación 2012 AÑO DE LA IGLESIA Y AÑO ARQUIDIOCESANO DE LA FAMILIAMISIÓN CONTINENTAL CON LOS GRUPOS PRIORITARIOS

“Somos Iglesia Comunión, en estado de Misión”
TALLER UNO

“EL ENCUENTRO CON CRISTO EXIGE LA CONVERSIÓN, TRAE LA SALVACIÓN Y NOS CONVIERTE EN SUS DISCÍPULOS MISIONEROS”

OBJETIVOS
Fortalecer nuestra vocación de Discípulos Misioneros enviados a evangelizar con la palabra y el
testimonio.
Manifestar la alegría de ser Discípulos Misioneros reafirmando la fe en Jesucristo, y despertando
el compromiso misionero.
Reconocer en Jesús al Buen Pastor que sale al encuentro de Zaqueo (nosotros) y sabe acompañar
el regreso del hijo perdido.
INTRODUCCIÓN
La vocación y el compromiso de ser hoy Discípulos y Misioneros nacen de la invitación personal de
Jesucristo, que llama a los suyos por su nombre, como llamó a Zaqueo, y éstos lo siguen.
El Señor que despertaba las aspiraciones profundas de sus discípulos los atraía a sí, llenos de asombro. El
seguimiento es fruto de una fascinación que responde al deseo de realización humana, al deseo de vida
plena. El discípulo es alguien apasionado por Cristo a quien reconoce como el maestro que lo conduce y
acompaña.
“El encuentro con Cristo da origen a la iniciación cristiana. Este encuentro debe renovarse constantemente
por el testimonio personal, el anuncio del kerygma y la acción misionera de la comunidad.” (cf.
Documento de Aparecida 278a)
ENTRONIZACIÓN
Como en los talleres anteriores, se hace la entronización de la Palabra.
Se sugiere para este momento un canto sobre la Palabra de Dios.
Signo: Dibujado un árbol en una cartelera. Puede aparecer al inicio de la reunión. 
El árbol es…
· Signo de vida.
· Signo de búsqueda.
· Signo de encuentro con Dios.
· Signo de oración.
· Signo de esfuerzo y superación.

Frase: En un lugar visible para todos ubicar la siguiente frase, “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”
Texto: Lucas 19, 1 – 10
INTERIORIZACIÓN
Interioricemos la Palabra de Dios respondiendo a las siguientes preguntas:
1. ¿Qué acciones realiza Jesús al inicio del texto y hasta el encuentro con Zaqueo? ¿qué aprendemos
de Él?
2. ¿Qué refleja la alegría de Zaqueo?
3. ¿Qué efectos produce en él la conversión?
4. ¿Qué es lo que estamos llamados a ofrecerle a todos nuestros hermanos en el mundo de hoy?
5. ¿Cómo es mi encuentro personal con Jesús? ¿Qué “nuevas” le ha traído a mi vida?
Canto: Mírame Jesús (ver anexo), u otro canto que todos conozcan.
REFLEXIÓN
1. ¿Quién era Zaqueo?
La comunidad responde primero a la pregunta, luego el animador complementa con la reflexión
Zaqueo era un hombre rico, jefe de los cobradores de impuestos. Amasaba riquezas sin escrúpulos, a costa
de extorsionar a sus ciudadanos, por eso era poco apreciado y considerado un pecador. Aunque poseía
muchas riquezas, padecía una gran pobreza interior, era un buscador, que llevaba una gran inquietud
dentro… conocer a Jesús.
2. ¿Qué buscaba?
La comunidad responde primero, luego el animador hace la reflexión
Zaqueo había oído hablar de Jesús, contaban maravillas de él, de su predicación, y sus milagros, decían
que era “amigo de publicanos y pecadores” (Lucas 5, 30; 7,34; 15, 1-2). El motivo parece sincero y así
inicialmente parezca curiosidad, él va por el camino correcto.
3. ¿Qué hace para lograr su propósito?
La comunidad responde primero, luego el animador hace la reflexión
A Zaqueo no lo paralizan los obstáculos, por eso, ni su limitación física (ser bajo de estatura) ni las burlas
que pueda sufrir lo hacen desistir. Entra en esa dinámica ascendente del hombre que busca a Dios, por
eso corre al frente, y se sube a un árbol.
4. ¿Qué le sucede?
La comunidad responde primero, luego el animador hace la reflexión
Llega Jesús a aquel sitio y la mirada llena de amor de Jesús se cruza con la mirada de Zaqueo el pecador.
Zaqueo queda profundamente conmovido al sentirse acogido por su mirada, y más todavía lo llama por su
nombre, le pide que baje y le dice que quiere hospedarse en su casa.

5. ¿Qué hace Zaqueo?
La comunidad responde primero, luego el animador hace la reflexión
A la solicitud de la “llamada” de Jesús corresponde ahora la “prontitud” de la respuesta de Zaqueo. Hace
exactamente lo que le pide Jesús: obedece su Palabra. Le da la “acogida” a Jesús en su casa y lo hace con
“alegría”.
La venida de Jesús a compartir su hogar es un signo de amistad y de perdón. Es el comienzo del
discipulado.
6. Cómo reacciona la gente? Qué hace? Qué dice?
La comunidad responde primero, luego el animador hace la reflexión
Esta alegría de Zaqueo contrasta con la reacción de la multitud que al ver a Jesús murmuran diciendo: “ha
ido a hospedarse en casa de un hombre pecador”. Todo el pueblo que ve lo sucedido comienza a criticar,
no sólo los fariseos sino el pueblo en general.
7. Cómo reacciona Zaqueo? Qué hace? Qué dice?
La comunidad responde primero, luego el animador hace la reflexión
Los gestos concretos de Zaqueo, son los gestos de la conversión:
Zaqueo puesto en pie, hace su confesión de fe: llama a Jesús “Señor”.
Un signo de Reparación (conversión): daré la mitad de mis bienes a los pobres. Necesidad de devolver lo
injustamente apropiado. Da la mitad de lo que tiene, con lo cual su avaricia queda curada por la
generosidad y además decide restituir con creces lo robado.
El “Efecto de la conversión” nos hace pensar en lo que somos y tenemos y nos empuja a replantearnos lo
que realmente vale la pena tener. Zaqueo con la restitución, la reparación, comienza una nueva vida llena
de Dios y experimenta la salvación. Atrás queda su pasado. Por eso dirá Jesús: Hoy el reino de Dios ha
entrado a esta casa”. Pasa de su condición de “pecador” a la condición de hijo de Abraham, hijo de Dios,
y a formar parte del pueblo de Israel, de la comunidad.
8. ¿Cómo reacciona Jesús? Qué hace? ¿Qué dice?
La comunidad responde primero, luego el animador hace la reflexión
“El Hijo del hombre no ha venido a llamar a la conversión a justos sino a pecadores. A salvar lo que
estaba perdido”. Esta es una característica propia del buen pastor.
El animador invita a participar a las asistentes
Cada uno de los participantes identificará en seis pasos (palabras) este itinerario de Conversión y de
Discipulado Misionero que recorrió Zaqueo.
COMPLETAMOS LA SIGUIENTES FRASE…
Entregamos esta frase incompleta a cada uno para que la complete desde su experiencia personal.
Las decimos en voz alta y las pegamos en el árbol.

Ejemplo: El Hijo del hombre vino a salvar… lo que estaba perdido.
El Hijo del hombre vino a salvar………………………………
El Hijo del hombre vino a salvar……………………………..…
El Hijo del hombre vino a salvar……………………………..…
El Hijo del hombre vino a dar………………………………………
El Hijo del hombre vino a dar………………………………………
El Hijo del hombre vino a dar………………………………………
El animador para este momento debe recordar que el ARBOL es:
· Signo de vida.
· Signo de búsqueda.
· Signo de encuentro con Dios.
· Signo de oración.
· Signo de esfuerzo y superación.
CONCLUSIÓN.
Conocer a Jesucristo por la fe es nuestro gozo; seguirlo es una gracia, y transmitir este tesoro a los demás
es un encargo que el Señor, al llamarnos y elegirnos, nos ha confiado. Con los ojos iluminados por la luz
de Jesucristo resucitado podemos y queremos contemplar al mundo, a la historia, a nuestros pueblos de
América Latina y de El Caribe, y a cada una de sus personas. (Documento de Aparecida 18)
COMPROMISO.
¿Cómo voy a renovar cada día mi encuentro con el Señor?
¿En qué se va a concretar mi compromiso misionero?

ORACIÓN DE LA MISIÓN CONTINENTAL



Señor Jesucristo, Camino, Verdad y Vida,
rostro humano de Dios y rostro divino del
hombre, enciende en nuestros corazones el
amor al Padre que está en el cielo y la
alegría de ser cristianos.
Ven a nuestro encuentro y guía nuestros
pasos para seguirte y amarte en la
comunión de tu Iglesia, celebrando y
viviendo el don de la Eucaristía, cargando
con nuestra cruz, y urgidos por tu envío.
Danos siempre el fuego de tu Santo
Espíritu, que ilumine nuestras mentes y
despierte entre nosotros el deseo de
contemplarte, el amor a los hermanos,
sobre todo a los afligidos, y el ardor por
anunciarte al inicio de este siglo.
Discípulos y misioneros tuyos, queremos
remar mar adentro, para que nuestros
pueblos tengan en Ti vida abundante, y con
solidaridad construyan la fraternidad y la
paz.
Señor Jesús, ¡Ven y envíanos! María,
Madre de la Iglesia, Ruega por nosotros.
Amén

TALLER DOS

“VIVENCIA DE LA ESPIRITUALIDAD DE COMUNIÓN”

OBJETIVOS
Fortalecer nuestra vivencia de la Espiritualidad de Comunión.
Conocer el significado de la Espiritualidad de Comunión.
Reconocer el Proceso Diocesano de Nueva Evangelización y Renovación como un instrumento
para vivir la Espiritualidad de Comunión.
INTRODUCCIÓN
El documento de Aparecida en el capitulo siete hace una invitación muy
clara a la “Conversión pastoral y renovación misionera de las
comunidades”
“Ninguna comunidad debe excusarse de entrar decididamente, con todas
sus fuerzas, en los procesos constantes de renovación misionera, y de
abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de
la fe” (Documento de Aparecida 365).
Esta conversión pastoral nos impulsa a vivir y promover una
espiritualidad de comunión y participación…
“La conversión pastoral requiere que las comunidades eclesiales sean comunidades de Discípulos
Misioneros en torno a Jesucristo, Maestro y Pastor. De allí, nace la actitud de apertura, de diálogo y
disponibilidad para promover la corresponsabilidad y participación efectiva de todos los fieles en la vida
de las comunidades cristianas. Hoy, más que nunca, el testimonio de comunión eclesial y la santidad son
una urgencia pastoral. La programación pastoral ha de inspirarse en el mandamiento nuevo del amor (cf.
Jn 13, 35)” (Documento de Aparecida 368).
ENTRONIZACION
Comienza la Celebración haciendo una sencilla entrada en procesión de la BIBLIA acompañada por dos
cirios.
Llegan hasta el lugar preparado para colocar la Santa Biblia., el que estará adornado, con flores.
En lugar bien visible se ubicara el lema de la Misión Continental “Somos Iglesia Comunión, en estado
de Misión”
Durante la procesión se canta Iglesia Peregrina de Dios

Texto: I Juan 1, 1. 3. 6 - 7
1 Aquí tienen lo que era desde el principio, lo que hemos oído, y lo hemos visto
con nuestros ojos, y palpado con nuestras manos, me refiero a la Palabra que es
vida.
3 Lo que hemos visto y oído se lo anunciamos también a ustedes para que estén
en comunión con nosotros, pues nosotros estamos en comunión con el Padre y
con su Hijo, Jesucristo.
6 Si decimos que estamos en comunión con él mientras caminamos en tinieblas,
somos unos mentirosos y no estamos haciendo la verdad. 7 En cambio, si
caminamos en la luz, lo mismo que Él está en la luz, estamos en comunión unos
con otros, y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos purifica de todo pecado.
INTERIORIZACIÓN
Interioricemos la Palabra de Dios respondiendo a las siguientes preguntas:
¿Qué significa estar en comunión con Dios?
¿Qué quiere decir vivir en comunión con los demás?
¿Para que los Apóstoles nos anuncian lo que han visto y lo que han oído?.
Cómo debe ser nuestra vida y nuestro obrar para que sea una demostración de que estamos en
Comunión?
Canto: Himno de la Misión Continental
REFLEXIÓN
1. La Espiritualidad de Comunión es “vivir Iglesia”
La Espiritualidad de Comunión es “vivir Iglesia”, es una manera de ser, pensar y actuar de la persona y del
grupo que viven una experiencia de comunión con Dios, con sus hermanos y con la naturaleza.
La espiritualidad de “vivir Iglesia” se centra así en el corazón de la naturaleza de la Iglesia, su razón de ser
en el mundo y en la historia, es decir, ser “señal e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad
con Dios y de la unidad de todo el género humano” (LG 1).
Dios Padre, por Cristo en su Espíritu, comparte la vida con nosotros y con toda la humanidad. En cuanto
bautizados, somos llamados a compartir la vida de Dios y a compartirla en nuestras relaciones humanas:
interpersonales, sociales e institucionales. Nuestras relaciones se convierten en relaciones divinas, de hijos
de Dios, de hermanos (LG 1, 2, 3, 4 y NMI 43).
2. Significado de la Espiritualidad de Comunión
La Espiritualidad de Comunión significa:
Ante todo una mirada del corazón sobre todo hacia el misterio de la Trinidad que habita en
nosotros.
La capacidad de sentir al hermano en la unidad profunda del Cuerpo místico y por tanto, como
«uno que me pertenece», para saber compartir sus alegrías, sufrimientos y atender a sus
necesidades, para ofrecerle una verdadera amistad.
La capacidad de ver ante todo lo que hay de positivo en el otro, para acogerlo y valorarlo como
regalo de Dios: un «don para mí».
Es saber «dar espacio» al hermano, llevando mutuamente la carga de los otros y rechazando todo
egoísmo, el cual genera competitividad, ganas de hacer carrera, lo que genera desconfianza y
envidias.
3. La Espiritualidad de Comunión y el Proceso Diocesano de Nueva Evangelización y
Renovación
Se comprueba que la mayor parte de los bautizados no han tomado aún conciencia plena de su pertenencia
a la Iglesia. Se sienten católicos, pero no Iglesia. Pocos asumen los valores cristianos como un elemento
de su identidad cultural.... Así se explica la incoherencia que se da entre la fe que dicen profesar y el
compromiso real en la vida.” (SD 96, P 783)
En el Proceso Diocesano de Nueva Evangelización y Renovación consideramos cinco ámbitos
fundamentales para la vivencia de la comunión:
1. La familia como espacio de relación más íntima y por ello célula fundamental de la Iglesia y la
sociedad.
2. Las pequeñas comunidades o “Comunidades Eclesiales Misioneras” por familias, sea porque
participa la familia en pleno o porque quienes forman parte de ella hacen partícipes a los
miembros de su familia de lo que se vive en la comunidad.
3. El sector como espacio más amplio que permite permear de sentido comunitario al conjunto de
familias y personas de un determinado ámbito.
4. Los grupos pastorales y movimientos laicales en los cuales se da la posibilidad de formarse
cristianamente, crecer y comprometerse apostólicamente hasta ser verdaderos Discípulos
Misioneros.
5. La parroquia y la diócesis como comunión de comunidades, en la cual confluye la vida que se
realiza en las familias, Comunidades Eclesiales Misioneras, sectores y los grupos pastorales y
movimientos laicales, se fortalece con el compartir de experiencias e iniciativas y fluye de nuevo
para enriquecer a cada una de esas comunidades.
El animador invita a participar a las asistentes a partir de las siguientes preguntas:
1. ¿Cuáles son los signos de la vivencia de la espiritualidad de comunión en tu grupo o
movimiento?
2. ¿Cuáles de nuestras actitudes obstaculizan la vivencia de la Espiritualidad de comunión?
3. Ante tantas propuestas de experiencias religiosas como las sectas y otros grupos espirituales que
quieren vivir su experiencia pero fuera de la Iglesia ¿Qué estamos haciendo en nuestra
comunidad parroquial para fortalecer la Comunión?
4. Como animadores de la evangelización ¿Qué desafíos y actitudes podemos asumir para trabajar
en comunión y fortalecer la unidad de nuestra Iglesia?
CONCLUSIÓN
Entre todos elaborar el decálogo para vivir la Espiritualidad de Comunión.
Este decálogo debe ser expuesto en salón parroquial y en el templo.
Canto: Juntos como hermanos
ORACIÓN
Herramientas necesarias para fomentar la Espiritualidad de Comunión
Se invita a los integrantes del grupo o movimiento que en actitud de oración observe los signos que se
ubicaran frente a ellos (a los pies del altar de la Biblia), los signos son:
Un Lápiz, una pila (batería), un fosforo, un pañuelo desechable, unas tijeras y un sobre. Debajo de cada
signo un papelito doblado, donde ira una breve explicación de cada uno.

Después de observar los signos, los participantes se preguntarán ¿Qué necesito para vivir la Espiritualidad
de comunión?
El animador invita a compartir la reflexión…
Seguidamente quienes quieran se dirigirán al signo y tomarán el papelito y compartirá con todos la
explicación…
· Lápiz: sirve para tomar nota de las bendiciones y las cosas buenas que recibes cada día. Son
muchas las cosas que tenemos que apuntar para luego dar gracias a Dios.
· Pila (Batería): es para recordarte que puedes ponerte en marcha otra vez cuando te sientes sin
fuerza... ¡Sólo tienes que ponerte las pilas! Jesús nos lo dice con otras palabra: «Si alguno tiene
sed, que venga a mí y beba. Al que cree en mí, según dice la Escritura, ríos de agua viva manarán
de sus entrañas» (Jn 7, 37-38).
· Fosforo: nos ayudar a comprender cómo una luz, por pequeñita que sea, también puede alumbra
nuestra vida y la de los que tenemos cerca, y dar calor. En el evangelio dice: «Fueron algún
tiempo tinieblas, pero ahora son luz en el Señor... Vayan, pues, como hijos de la luz, cuyos frutos
son la bondad, la justicia y la verdad» (Ef 5,8-9.14).
· Pañuelo desechable: para que te recuerde que es la ternura, el cariño y la compasión lo que hace
que uno limpie las lágrimas que caen de tus ojos, o de los ojos de los demás. A Jesús también le
pasaba algo parecido: «Y Jesús, viendo a la muchedumbre, se enterneció de compasión por ella,
porque estaban fatigados y decaídos, como ovejas sin pastor».(Mt 9,36).
· Tijeras: para recordarte que debes cortar todos los “hilos” que no te dejan acercarte más a Dios y
a los demás. El evangelio tiene una frase muy bonita que nos habla de eso: «Cristo nos liberó
para que fuéramos libres» (Gal 5,1)
· Sobre: los sobres, aunque se usan cada vez menos, suelen traer buenas noticias, de gente querida.
El sobre nos recuerda que tenemos que traer buenas noticias cada día a los demás, porque, como
dice el evangelio «Ustedes son una carta de Cristo». (2Cor 3,2-3).
El animador dice: Cada uno de nosotros se puede quedar con una herramienta y tratar de poner en práctica
lo que se dice de ella.
Como vemos, en el evangelio se dicen cosas muy interesantes que nos pueden ayudar a ser mejores
personas cada día... viviendo la Espiritualidad de Comunión.
Oración:
Señor Jesús, te pido que tenga siempre a mano:
un lápiz para apuntar los regalos que me haces,
una pila para darme energías a mí y a los demás,
un pañuelito desechable para secar las lágrimas de los que lloran,
un fosforo, para dar calor a los que no lo tienen,
unas tijeras, para cortar con aquello que no me hace ser mejor,
y un sobre para decir cosas buenas a la gente con la que me encuentre. Amén.”
Padrenuestro…
Dios te Salve María…
Gloria al Padre…
Canto: Junto a ti, María (ver anexo)

ARQUIDIÓCESIS DE BUCARAMANGA
En Proceso Diocesano de Nueva Evangelización y Renovación
2012 AÑO DE LA IGLESIA Y AÑO ARQUIDIOCESANO DE LA FAMILIA
MISIÓN CONTINENTAL CON LOS GRUPOS PRIORITARIOS
“Somos Iglesia Comunión, en estado de Misión”

TALLER TRES

“ANIMADOS POR EL ESPÍRITU SANTO PARA LA MISIÓN”

 OBJETIVOS:

Reconocer que al ser animados por el Espíritu Santo, somos Discípulos Misioneros, cuyo
testimonio hace que otros conozcan a Jesús en la vivencia de la Espiritualidad de Comunión.
Comprender y experimentar, que el Espíritu Santo no es algo, sino alguien que anima nuestro
caminar, como Discípulos Misioneros del Señor en la conversión de cada día.
Valorar la presencia del Espíritu Santo en la actividad misionera de la Iglesia, que como
pueblo de Dios camina entre luces y sombras.
CANTO: Iglesia Peregrina de Dios
INTRODUCCIÓN
Después de haber participado en el primer taller, que centraba su atención en la espiritualidad de
comunión que todo discípulos misionero debe poseer hoy ante el mundo que lo rodea. Compartimos, el
segundo taller en donde se resaltaba el encuentro con Jesucristo, el cual conlleva a que todo bautizado,
entre en actitud de conversión permanente para alcanzar la salvación dada por Dios en la persona de
Jesucristo, camino, verdad y vida (Jn 14,6).
Continuando así nuestros encuentros dentro del desarrollo de la Misión Continental con los Grupos
Prioritarios, en este tercer taller colocaremos nuestra atención, en la importancia de ser Discípulos
Misioneros animados por el Espíritu Santo, para dar frutos abundantes (Jn 15, 16). Para lo anterior,
tendremos como punto de partida la carta de San Pablo a los Romanos. Pablo no es una figura del pasado,
para recordar con veneración. Él es, también, para nosotros, el maestro, el apóstol y el anunciador de
Jesucristo.
“Jesús, al comienzo de su vida pública, después de su bautismo, fue conducido por el Espíritu Santo al
desierto para prepararse a su misión (cf. Mc 1, 12-13) y, con la oración y el ayuno, discernió la voluntad
del Padre y venció las tentaciones de seguir otros caminos. Ese mismo Espíritu acompañó a Jesús durante
toda su vida (cf. Hch 10, 38). Una vez resucitado, comunicó su Espíritu vivificador a los suyos (cf. Hch 2,
33)” (DA 149).
CANTO: Tu Palabra me da vida
ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS
Indicación:
En tónica de oración se pide la asistencia al Espíritu Santo, para leer la Sagrada Escritura “con el
mismo Espíritu con que se escribió para sacar el sentido exacto del texto” (DV 12).

Una vez proclamado el texto, se invita a los participantes realicen un momento de silencio. Luego, se
invitan a que tomen algunos papeles y escriban lo que para ellos significa ser animados por el Espíritu
Santo, partiendo del texto proclamado. Se le pide, a quien dirige la formación haber colocado una
imagen alusiva al Espíritu Santo y entorno a ella, se colocan los papeles de los participantes.
Proclamación de la carta a los Romanos 8, 5 - 9. 14 - 17
INTERIORIZACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS
¿Qué consecuencias trae el dejarnos guiar por el mundo?
¿Cómo se nota que uno se deja guiar por el Espíritu Santo?
¿Cómo vivo la experiencia de hijo de Dios, en el lugar donde desarrollo mi actividad diaria?
REFLEXIÓN
El tema del Espíritu Santo-guía no es nuevo en la Escritura. En Isaías todo el camino del pueblo
en el desierto se atribuye a la guía del Espíritu. "El Espíritu del Señor los guió a descansar" (Is 63,
14). Jesús mismo "Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto" (Mt 4,1). El mismo Espíritu que
había guiado a Jesús en su vida terrena ahora guía a la Iglesia, como Espíritu "de Cristo”.
La guía del Espíritu se ejerce no sólo en las grandes decisiones, sino también en las cosas
pequeñas.
"El Espíritu Santo es la Novedad, es la presencia de Dios-con-nosotros. Sin el Espíritu Santo, Dios
queda lejos, Cristo permanece en el pasado, el Evangelio es letra muerta, la Iglesia es pura
organización, la autoridad tiranía, la misión propaganda, el culto mero recuerdo y el obrar
cristiano una moral de esclavos. En cambio, en el Espíritu Santo, el mundo es liberado, el hombre
se perfecciona, Cristo Resucitado está aquí, el Evangelio es fuerza de vida, la Iglesia significa
comunión trinitaria, la autoridad es un servicio liberador, la misión es Pentecostés, la liturgia es
memorial y anticipación y la acción humana es divinizada" (palabras del Patriarca ortodoxo de
Antioquia, Ignacios Hazim, en el Consejo Ecuménico de las Iglesias en 1968).
El Espíritu Santo, tiene el poder de transformar nuestro ser llevándonos día a día a un progreso
espiritual en nuestra semejanza a Cristo. El Espíritu nos ha llevado a la libertad y nos mantiene en
ella.
COMPARTE
¿Cómo es un Discípulo Misionero guiado por el Espíritu Santo?
Canto: Cristo Rompe las Cadenas

ORACIÓN
A continuación se invita a todas las personas a que participen realizando sus oraciones espontaneas y
concluimos con la siguiente oración:
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO (San Agustín)
Espíritu Santo, inspíranos, para que pensemos santamente.
Espíritu Santo, incítanos, para que obremos santamente.
Espíritu Santo, atráenos, para que amemos las cosas santas.
Espíritu Santo, fortalécenos, para que defendamos las cosas santas.
Espíritu Santo, ayúdanos, para que no perdamos nunca las cosas santas. Amén.
RECORDEMOS
COMPROMISO
Se invita a los participantes a reflexionar las siguientes preguntas:
¿Cómo vives experiencia de la presencia del Espíritu Santo en tu familia?
¿Cómo anima el Espíritu Santo tu participación en la vida parroquial?
¿de qué forma tu grupo o movimiento te ayuda para seas guiado por el Espíritu santo
· Para que el hombre sea libre del poder del pecado, deberá ser
liberado por Cristo a través o por medio del Espíritu. El hombre,
será regenerado y transformado progresivamente así como se
deje guiar por el Espíritu Santo. “Porque todos los que son
guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
· Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al
miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite
clamar: <¡Abba ! ¡Padre!> El Espíritu mismo le asegura a
nuestro Espíritu (no la ley) que somos hijos de Dios. Y si somos
hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con
Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte
con él en su gloria”.





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